martes, 14 de febrero de 2023

EL PODER DE SANTURBÁN

“EL PODER DE SANTURBÁN”.

El amanecer es el momento en que la tierra empieza a dar nuevos suspiros, espacio temporal que abandona el silencio y abre paso a la voz del alba, con el cántico de las aves, oraciones vespertinas y saludos matutinos que anuncian la llegada de un nuevo día. 
Ésta mañana como de costumbre, me levanté en medio de la brisa helada que despide la noche. Fui a la cocina y preparé una taza de café bien cargada; aspirar su aroma me transporta a la realidad y me ayuda a ponerle fin a la sensación de libertad y procrastinación que tenemos durante el fin de semana, al fin y al cabo, comenzar una nueva no es para nada fácil, porque la motivación y tus energías, casi siempre están por el suelo cuando eres joven, sobre todo después de un glorioso domingo, por eso los lunes son muy raros, están llenos de dicotomías que te sumergen en un mar de confusiones y te nublan por momentos la capacidad para decidir, siempre estás dudando; por eso nunca planeo cosas interesantes durante ese día, solo dejo que el inicio de la nueva semana me sorprenda y que la gracia de Dios guíe mi camino en cada una de las actividades que deba realizar.
Después de hacer mi rutina diaria por la mañana, me preparo física y mentalmente para ir al colegio. Últimamente no sé si alegrarme o entristecerme. La vida cada día se hace más monótona; del colegio a la casa, de la casa al colegio, hacer mis actividades escolares y colaborar con tareas domésticas. Hay días que quisiera detener el tiempo para tomar un suspiro, pero la vida es un río que nunca se detiene, por eso es bueno sonreír aunque estés envuelto en un mar de dificultades; así que pienso positivo, siento que soy dueño del mundo y que todo es posible.
Al llegar a la escuela, me senté en el viejo pupitre, que guarda el registro pictográfico de varias generaciones de estudiantes; uno que otro mensajito de amor, apodos y vulgaridades. En ese salón, ya no se sabe, si estamos mejor de pie o sentado en esas viejas sillas, aunque según la rectora, la Secretaría de Educación lleva dos años prometiendo renovarlas, pero eso solo ha quedado en falsas promesas de politiquero barato y el FOSE nunca alcanza para nada. Es mejor no esperar mucho de los que prometen tanto; mejor permite que la vida te sorprenda y así no recibirás el látigo de la decepción.
Entonces abrí el bolso, cogí el cuaderno de apuntes y al ver el horario, recordé que no había estudiado para el examen de Matemáticas. Empecé a sudar frío, mis manos se congelaron y no paraban de temblar. Observé a mí alrededor, pero noté que todos estaban muy tranquilos; incluso Godínez, quien llevaba repitiendo tres veces el grado octavo, quien siempre andaba con rostro afligido, se encontraba sereno y sonriente.

 

—¡Ya viene la profe! Gritó Cristian, el delegado de curso, encargado de custodiar la disciplina en la semana. —De inmediato, todos corrieron a sus puestos, para recibirla con el saludo especial de la escuela y una sonrisa de ángel, que disfrazaba el rostro maldadoso que siempre les caracteriza, a veces siento nauseas por este comportamiento hipócrita de mis compañeros.
Sentía cada paso que daba la seño en el pasillo acercándose al salón como pequeñas vibraciones que hacían alterar mi ritmo cardiaco. El corazón quería abandonar mi pecho, retumbaba sin cesar y latía tan rápido como alas de colibrí en pleno vuelo; pero, al ver a la maestra, me tranquilicé al instante. No era la profe Amparo de Matemáticas, sino la seño Ángela, de Ciencias Sociales. Entonces me acerqué a uno de mis compañeros y le pregunté:
— Oye amigo, ¿Por qué entró la profe de Geografía, si hoy es lunes y tenemos clases de matemáticas en las dos primeras horas? 
De inmediato, brotó de su rostro una sonrisa burlona. Me dio unos pequeños golpes en el hombro y me dijo: —¿Qué te pasa, Benjamín? Estás bien despistado ¿Acaso te la fumaste verde? Hoy es martes compañero, recuerda que ayer fue lunes festivo...El examen quedó para el jueves.

 

Sentí pena por mi lapsus con el horario, pero a la vez, me entró un fresquito enorme, que me relajó de inmediato. La profe Ángela es cariñosa, atenta y sobre todo muy inteligente. La verdad me gustan sus clases, porque ella no hace examen escrito, sino que nos pone a reflexionar, dramatizar o jugar, además valora tu participación en clase y al final del periodo nos orienta para que desarrollemos en grupo el proyecto final de aula. 
No sé cómo lo hace, pero hasta Godínez le participa. Ojalá que las pruebas saber, tuvieran esa posibilidad y no vulneraran los diferentes estilos de aprendizaje, pues cada contexto es diferente, al igual que el pensamiento y forma de ver el mundo de cada niño. Sus clases siempre empiezan con una pregunta problematizadora y en ésta ocasión nos preguntó sobre dos elementos naturales.
El interrogante decía: ¿Qué vale más, el oro o el agua? Todos los niños, inmediatamente, respondieron en coro y de forma unísona: —¡El oro, profesora! Mis compañeros estaban alegres porque creían tener la razón, pero algo en mi interior me decía que la respuesta no era del todo cierta, no sé qué me pasa en situaciones como éstas, pero siempre dudo de las respuestas simples, porque este mundo complejo no admitiría soluciones tan ínfimas. Entonces me levanté del pupitre y venciendo la timidez, pedí la palabra.
—Seño Ángela, no creo que el oro valga más que el agua, al menos no en todos los casos. Eso solo es una verdad a medias que el capitalismo nos quiere hacer creer.
Los demás niños allí presentes empezaron a burlarse, lanzando improperios frente a mi razonamiento y para el colmo de males, mi compañero de al lado, les dijo a todos que hoy había llegado asustado por el examen de matemáticas, creyendo que era lunes y no martes.
Todos voltearon su mirada y se fijaron en mi rostro pálido y avergonzado.
— ¡Qué bruto! Pónganle cero —dijo Godinez, lanzando una risa socarrona—: jajajajajajajajaj.
—Me armé de valor y me dirigí a la maestra. Quisiera hacerle una contrapregunta a mis amigos. ¿Me permite querida profesora?
—Sí, claro, estás en todo tu derecho de ejercer la réplica —Contestó la profesora mostrando un rostro de interés.
—Ok, amigos míos, para ustedes que creen tener la razón, ¿Qué tiene más valor, la vida o el oro? Enseguida, respondieron en conjunto: — ¡Pues la vida!… 
—Al instante, les hice otro planteamiento: —Si estuvieras en un desierto a millas de distancia de encontrar algo para subsistir, tal como le pasó al joven piloto del principito y te pusieran a elegir entre unos litros de agua y dos lingotes de oro, ¿Qué escogerías? Todos los niños se miraban la cara, denotando rostros pensativos y expresiones dudosas…Todos tenían cara de Godínez. 
Pero antes de que dijeran algo, les agregué: —Estoy seguro que si tú eres de los que piensa que la vida es más valiosa que cualquier cosa en el mundo, elegirás el agua; pero si tu vida te importa un bledo, entonces escoges el oro, aun cuando reconozcas que pronto morirás. Tengan siempre en cuenta que en un desierto, un vaso de agua, puede llegar a ser más valioso que una mina de oro.

 

 
Todos se quedaron callados frente a la reflexión dada y me aplaudieron por más de un minuto. La profe me felicitó y siguió con la clase. Mis mejillas se sonrojaron por unos segundos y la dicha revistió mi ego.
—Hoy hablaremos de los páramos —expresó la maestra. Y continuó diciendo:
“El páramo es un ecosistema alpino intertropical… que está clasificado biogeográficamente como pradera y matorral de montaña…Los páramos proveen servicios ambientales a millones de personas, además poseen la mayor diversidad botánica de alta montaña y el 60% de las especies que albergan son endémicas, es decir, sólo nacen allí….Por ello, los páramos son islas heladas en zonas tropicales: una paradoja geográfica de exuberante belleza”.

 

Nuevamente, levanté la mano y le pregunté a la maestra: —Si un páramo es tan importante para la preservación de la naturaleza y el medio ambiente ¿Por qué quieren destruirlo para obtener sus recursos naturales? 
—Muy buena pregunta, jovencito, pero… ¿A qué se debe tu interrogante? 
—Seño, en las noticias y redes sociales mencionan a diario que el páramo de Santurbán, uno de los ecosistemas más importantes en nuestro territorio, se lo quieren vender a una empresa minera llamada MINECOL CD y algunos dicen que esa venta es para consentir a aliados de algunos miembros del estado y benefactores de sus campañas ¿Acaso no es una situación parecida a la pregunta inicial de la clase?

 

—Tienes toda la razón, Benjamín… Lo que pasa es que hay tanta gente inescrupulosa a la que le interesa más el dinero que la vida de las personas. Solo piensan en el bien individual y no en el bien común. Sin embargo, como has podido notar, cada día son más las personas que están en contra de esas ideas capitalistas y de ese proyecto minero, porque es perjudicial no solo para el medio ambiente sino para la humanidad.

 

-Ah comprendo… pero, también he escuchado que si no realizan la venta, el país quedará endeudado con esa empresa y tendrán que pagarle una indemnización muy costosa. No deben creer todo lo que escuchan o ven por los medios de comunicación, no todo lo que brilla es oro, ni tampoco deben creer en palabras de politiqueros, porque ellos se encargan de disfrazar la mentira con verdades aparentes, son tan buenos mintiendo que hasta dudan de sí mismos, por eso se sorprenden cuando el pueblo les cree. 
Colombia no necesita venderse, para convertirse en una potencia de la vida, solo les interesa que el pueblo piense que este tipo de proyectos traerá desarrollo en cada una de las comunidades aledañas al páramo. Casos se han visto en nuestro territorio, en los que ha quedado demostrado, que a estas empresas multinacionales no les importa el pueblo, sino el dinero, por eso siguen enriqueciéndose mediante la esclavitud laboral, mientras la gente pobre sigue más pobre, ellos se vuelven mas ricos, tal cómo sucedió en El Cerrejón de la Guajira

 

-¿Qué pasó en ese lugar mi profe? preguntó Godínez, quien estaba absorto escuchando a la seño Ángela. 
Esa empresa minera en la Guajira, ha realizado un ecocidio y etnocidio contra las comunidades que habitan allí, porque ellos usan más de veinticuatro millones de litros de agua al día y esto ha ocasionado que el líquido vital que se hallaba a cinco metros de profundidad, ahora tenga que ser encontrado a más de treinta metros; es decir, ya casi no tienen agua potable. le respondió la maestra con toda la serenidad del caso.


-¡Son unos miserables! expresó Jaimito, uno de los estudiantes pilos del salón, un tanto desconcertado. Entonces me levanté y en tono fuerte repuse: — y entonces, frente a esta problemática ¿Qué debemos hacer? No podemos permitir un desastre como ese… ¿Sí o no, compañeros? Los demás asintieron con la cabeza.

 

—Lastimosamente, no es mucho lo que se pueda hacer. Vivimos en un país intolerante y violento, donde te silencian con el poder del dinero o con una bala caliente, y quienes toman las decisiones o hacen las leyes terminan siendo socios de la mafia, de la maquinaria política corrupta, para poder cumplir los favorcitos o promesas de campaña. —expresó la maestra con certeza y convicción. —Entonces… ¿Nos quedamos de brazos cruzados y esperamos que destruyan nuestro ecosistema? Recuerde que usted nos dijo en una clase, que no hay malos gobiernos, sino pueblos conformes y que el problema no son nuestros gobernantes, sino el silencio impune del pueblo. 
—Exactamente. Tienes toda la razón, aunque por desgracia, hoy en día han atemorizado tanto a la ciudadanía, que precisamente, esas ideas terminan siendo solo palabras en la idiosincrasia del pueblo. Y aunque la mayoría rechaza y no acepta esas malas prácticas políticas, solo un puñado de personas tiene el valor de alzar su voz y seguir con coraje, el legado de líderes importantes como fueron en vida, Jorge Eliécer Gaitán o Jaime Garzón. Si al menos la ciudadanía los respaldara, no hubiera tantos líderes caídos, puesto que en Colombia, quienes intentan actuar con justicia y equidad, terminan vilmente asesinados, siendo una cifra más de las estadísticas de los medios y quedando en la sombra de la impunidad, justamente por el silencio del pueblo. Así se vive en nuestro país, mi querido Benjamín. 
Ahora bien, como veo que todos están interesados en el tema, propongo que el proyecto de este periodo, consista en exponer ideas sobre la defensa del páramo de Santurbán. Deben presentar una maqueta y traer diapositivas con evidencias concretas.

 

Al regresar a casa, sentí que algo me carcomía por dentro, una rabia mezclada con nostalgia, tristeza y decepción; en fin, no sabía cómo nombrar lo que sentía, era lo más parecido a una diarrea mental. Me acerqué rápidamente a mi padre, quien estaba sentado en la mecedora, en el centro de la sala, viendo las noticias mientras mi mamá le servía el almuerzo y le hablé acerca del salpicón sentimental que me había dejado la clase de la maestra Angela.

 

—No te preocupes, mijo, mientras tengamos comida y un techo, que vendan lo que les dé la reverenda gana; al fin y al cabo, nosotros no comemos con Santurbán —expresó mi padre, mientras volvía a fijar su atención en la televisión. Esas palabras vacías afectaron mis sentimientos. No podía entender cómo mi padre era capaz de tener un pensamiento tan egoísta. Me sentí tan impotente en ese momento que quise cantarle la tabla sin pelos en la lengua; pero me contuve, al pensar la fuetera que podía llevarme si le hacía tal reproche. Entonces, comprendí el temor de alzar la voz. Entendí que muchos callan por miedo y que esa es la principal razón del silencio inerte de nuestra sociedad. 
El miedo y el hambre han sido las estrategias políticas de muchos dirigentes que quieren seguir enclaustrados en el poder y la razón por la que el sistema democrático pierde su razón de ser. Sin embargo, no estaba dispuesto a ser del bando de los miserables conformistas, así que me llené de valor y me dispuse a vencer el miedo en ese instante, puesto que la única manera de hacerlo, es confrontarlo en la primera oportunidad que tengas; entonces, abrí la nevera. Tomé un poco de agua helada. Respiré profundamente varias veces para tranquilizarme, pero extrañamente sentía que mi corazón se exaltaba y golpeaba fuertemente a mi pecho, no es fácil vencer el miedo. Después de dar muchas vueltas, decidí esperar a que mi papá comiera para hablar con él y mientras reposaba el almuerzo, lo interrumpí nuevamente y le dije con tono serio e intelectual, sin dar espacio a la duda:

 

— ¡Padre!… tenemos que hablar.

 

—Primero que todo bajas el tonito. Desde cuando los pájaros le tiran piedras a las escopetas, ¿Quién sabe en qué líos te habrás metido? —expresó mi padre con una mirada acusadora. 
—Quiero hablarte nuevamente de Santurbán, pero antes de que digas algo, quisiera que escuches con atención todo lo que te voy a manifestar. Será algo muy sencillo. 
—Ok, no hay problemas, pero más vale que no te demores, porque ya casi empieza el reality show. 
—Prometo no quitarte mucho tiempo; haré como el dermatólogo, iré directo al grano, no me gustaría estropear tu coeficiente intelectual 
— le dije sarcásticamente y empecé a cuestionarlo ¿Sabías que la contaminación del agua aumenta cada día y que las empresas mineras son la causa principal de que muchas personas no tengan acceso a agua potable?
—No lo sabía, mijo… A mí háblame de fútbol o de mecánica que es de lo que vivo. 
Conociendo a mi padre, estaba casi seguro de los comentarios que haría, así que no le daba mucha importancia. El propósito era convencerlo de que los problemas del mundo también pueden ser nuestros problemas. Así que seguí con mi discurso…


—¿Sabías que si en Colombia se secan los ríos, lagunas o quebradas de agua dulce, el costo de vida también puede aumentar?… 
¿Sabías que entre más gente pobre exista, menos oportunidad de progreso habrá para otros?… 
¿Sabías que nosotros, al portar la cédula de un país, nos volvemos ciudadanos y estamos comprometidos a velar por la soberanía y el bienestar del país?…

 

Entre más preguntas le iba haciendo, más se interesaba en mi discurso, y con el rostro lleno de asombro, simplemente decidió callar… Finalmente, le pregunté: 
—¿Qué pasaría si el agua se acaba? 
—Ay, eso es fácil, pues nos morimos de sed —contestó mi padre con una leve sonrisa en su rostro. 
—Y si yo fuera el dueño de la única reserva de agua que existiera en el mundo, ¿La regalaría o la vendería? 
—Pues…la vendería, respondió un tanto inseguro. 
—¿Venderías a bajo precio o a un alto precio? 
—Yo creo que… a un alto precio. –expresó lentamente rascándose la cabeza. 
— ¡Por fin has dado en el clavo padre! Eso es lo que va a pasar si se agota el agua en el mundo. Luego nos tocará pagar un dineral por un vaso de agua. La situación se tornaría tan difícil, que tendrías que arreglar más de cien carros al día, para poder sobrevivir. ¿Ahora si comprendes? Es nuestro deber y el de todos los colombianos salvar el páramo de Santurbán. Hace un momento me puse triste al escuchar tu pensamiento egoísta. Todas las personas deberían interesarse por preservar y cuidar el medio ambiente, porque gracias a la naturaleza sobrevivimos en este mundo, por esta razón, cuidar el planeta es cuidar nuestra propia existencia. Al terminar el discurso, mi padre se levantó y lo hizo tan rápido que no logré divisar bien su rostro. No sabía si estaba enojado, confundido, triste o alegre, así que me armé de valor y decidí afrontar lo que fuera.

 

Mi padre se abalanzó sobre mí, pensé que iba a darme un “tate quieto", pero en vez de eso, me apretó y me dio un abrazo de oso. Luego me alzó y dijo: —¡Estoy muy orgulloso de ti! Me siguió apretando toscamente contra su pecho y me dió un beso en la frente. Luego, miró a mi madre y le expresó con gran regocijo: 
— ¡Juana! Tenemos un genio en la familia. Ven y felicita al muchacho. ¡Cómo habla de bonito! Yo creo que me acabó de ajustar unas cuantas tuercas. 
Todos nos abrazamos, por primera vez sentí lo que era contar con el cariño y la comprensión de mis padres. Desde ese momento, sabía que había ganado un aliado para mi lucha ambiental.

 

En los días siguientes, investigué todo sobre Santurbán y comencé a exponer la situación del lugar a todos en mi familia, luego a los vecinos y finalmente al barrio entero. Al comienzo fue difícil, incluso nos mandaron panfletos amenazantes y coronas de rosas negras, para obligarnos a desistir de la lucha que habíamos iniciado en la defensa del páramo, sin embargo, cada vez que cosas como esas pasaban, recordaba la vida de Jesús, morir por la verdad debería ser un privilegio, además nadie en el mundo ha nacido para semilla, por ésta razón, la constancia es una virtud de perseverantes. 
Finalmente, todos terminaron agradecidos por la información y fueron muchos los que se sumaron a la lucha, algo había renacido en nuestra sociedad inerte y moribunda, los hechos anunciaban el surgimiento de las nuevas ciudadanías libres. En el barrio, junto a líderes de los sectores, iniciamos una campaña ambiental por la preservación del agua y tomamos como icono de la campaña, al Páramo de Santurbán. La Ola Ambiental, como denominamos el proyecto, se hizo sentir rápidamente y otros barrios empezaron a ser parte de esta campaña ambientalista al ver la importancia y la necesidad de concientizar a las personas sobre el ahorro del agua, debido al impacto que puede ocasionar en la naturaleza si no le damos buen uso.

  

Después de varias jornadas de trabajo, se recolectó todas las evidencias posibles en cada una de las charlas y conferencias ofrecidas a la comunidad. El tiempo de exponer mi trabajo había llegado. En mi interior sentía que ya no era el mismo y como fiel guerrero que se alista para la guerra, con mucho valor y osadía, me dispuse a presentar el proyecto ante todos mis compañeros y profesores. Mientras lo hacía, empecé a notar el interés de todos los presentes, sentía que mi voz hacía eco entre la multitud. Cuando terminé la exposición, todos se levantaron y gritaron fuertemente:

 

—Sí, ¡salvemos a Santurbán! ¡Abajo MINECOL!, fue un momento surreal, mis compañeros no paraban de arengar, los gritos de euforia retumbaban por doquier. 
Debemos inundar las redes sociales y todas las plataformas virtuales habidas y por haber, con mensajes de apoyo en favor de todas las comunidades cercanas al páramo. Expresó Godínez con voz de líder empoderado.

 

Ese día la clase se convirtió en una verdadera revolución y nuestra lucha era justa y necesaria. Al escuchar el tropel, la rectora, que pasaba junto al pasillo, se llenó de asombro al ver el jolgorio que tenían todos los presentes y le preguntó a la profesora Ángela sobre lo qué estaba sucediendo. 
Sin ningún reparo, nuestra maestra le explicó y la puso al tanto de todo. La emoción de la directora no se hizo esperar; se emocionó tanto, que terminó gritando y arengando al lado de los estudiantes de grado octavo.

 

Ésta experiencia fue muy significativa y no tardó en hacerse viral. En poco tiempo llegó a oídos de la Ministra de Educación, quien se encargó de promocionarla como estrategia pedagógica en todas las instituciones del país. “al fin y al cabo es lo que siempre hacen” tomar crédito por la hazaña o creatividad de otros, ¡parranda de oportunistas! La aceptación y acogida de este proyecto ecológico se masificó tan rápido como el Covid 19; en tal magnitud, que hasta los noticieros prepagos y vendidos al gobierno se sintieron obligados a tocar el tema. 
Las amenazas contra la vida de los líderes en la defensa del páramo, empezaron a surgir en las redes y en cada una de las esquinas de los barrios por medio de panfletos. Incluso hubo quienes gritaban en medio de caminatas y conferencias. ¡Trabajen vagos! ¡Plomo es lo que hay…plomo es lo que viene! Malditos comunistas, porque no se van para Venezuela… 
Pero por cada amenaza que lanzaban, miles de voces se alzaban en la defensa de los líderes y lideresas, en respaldando del proyecto. Por fin se dieron cuenta que se enfrentaban a una nueva generación; una generación estudiada, analítica y crítica. Pensante. Se habían topado con jóvenes que no tenían miedo a la tiranía y que estaban dispuestos incluso en dar su vida contar de defender nuestro territorio. No era cuestión de partidos políticos, ni de comunismo, ni de socialismo; sino de amor propio a la patria.

 

Debido al impacto que tuvo este proyecto, el estado desistió de vender el páramo a la multinacional MINECOL CD, porque cuando el río suena, piedras trae y este río de gente, sin temor a alzar la voz, logró en corto tiempo la declaración del páramo Santurbán, como patrimonio ecológico de la humanidad; hecho que demuestra una vez más, que el pueblo es mayor a sus dirigentes y que un pueblo unido jamás será vencido. Desde ese entonces, empezaron a verse carteles, caminatas y denuncias ambientales por todas partes. Este grito de amor por la naturaleza y en especial por el páramo de Santurbán, se transformó en una fuerza inmensa, con un poder tan enorme que retumbó en todos los rincones de nuestro país y el mundo entero, demostrando que en la actualidad, los líderes son muchos; así que si uno falta, siempre habrá alguien dispuesto a levantar su voz y luchar por el bien común. Renaceremos como el fénix o la Hidra de la mitología griega, porque de algo estamos seguros y es que de ahora en adelante la historia será diferente y si cortan una cabeza se alzarán miles en su lugar.

 

Tiempo después y gracias a esa gran revolución, tuvimos la oportunidad de elegir un presidente amigo, nacido de las entrañas del pueblo, para que la lucha fuera constante y en un tiempo no muy lejano se pueda tener la satisfacción de vivir en una Colombia más humana como potencia de la vida.

 

AUTOR: ALFONSO ALDANA MACHADO
PROESIONAL EN LINGÜÍSTICA Y LITERATURA. 
ACEPTO TUS CRITICAS Y COMENTARIOS. 
NO TE OLVIDES DE COMPARTIR Y DARLE LIKE.

miércoles, 25 de enero de 2023

CONCEPTOS CLAVES Y BÁSICOS DEL ÁREA DE CASTELLANO

 

ASIGNATURA

Castellano

GRADO

  PERIODO       

I

TÓPICO GENERATIVO

Diagnóstico

META DE COMPRENSIÓN

Verificar y constatar que tanto han aprendido los estudiantes en la asignatura e identificar las falencias que presentan los estudiantes con relación a las temáticas dadas en el año anterior.

EJE TEMÁTICO

Temas del año anterior.

Escritura, Lectura, Interpretación textual

Producción textual, Gramática y ortografía y Comunicación.

                                                                      EXPLORACIÓN DEL TÓPICO

¿Qué aprendiste en el grado anterior?

¿Crees que tienes las competencias necesarias para alcanzar las metas de este año?

¿Qué crees que debes mejorar?

¿Cuáles son tus fortalezas?

¿Tienes algún talento que hayas descubierto?


ETAPA GUIADA


Recordaremos algunos conceptos claves del área, que permitirán ampliar su saber enciclopédico, por ejemplo:

Leer: Es situarnos frente a un texto escrito y decodificarlo (pronunciar palabras y combinar sonidos) para así entender el mensaje que nos quiere transmitir el autor. Leer también es un proceso visual, mental, que decodifica, relaciona, contrasta, profundiza, infiere, es decir, deduce el contenido del texto; que nos permite interpretar, cuestionar y comprender del mensaje del autor.

Leer no es solo reproducir un texto en sonidos, sino que es una actividad de interacción. Cuando escribimos un texto organizamos el contenido de nuestro pensamiento de manera que el otro pueda comprenderlo mediante la lectura.

Escribir: representa la acción de formar una secuencia ordenada de un código lingüístico sobre una superficie, es decir, transcribir palabras utilizando los símbolos y caracteres necesarios para componerla. [...]

Redacción de un texto como forma de trabajo en libros, reportajes periodísticos, trabajos académicos, etc. [...] 

Lenguaje: El lenguaje es la capacidad que tiene el ser humano para expresarse y comunicarse, a través de diversos sistemas de signos: orales, escritos, gestuales, entre otros.

Comunicación: La comunicación es un proceso que consiste en la transmisión e intercambio de mensajes entre un emisor y un receptor.

Las Sílabas: Se llama sílabas a las unidades fonológicas en que se divide una palabra cualquiera, de acuerdo a la agrupación mínima de sus sonidos articulados; es decir, cada golpe de voz que hacemos al pronunciar una palabra.

La Palabra: la palabra es una unidad léxica formada por un sonido o un conjunto de sonidos articulados, que se asocia a uno o varios sentidos, generando a la vez, uno o varios significados y que posee una categoría gramatical determinada.

La Oración: Una oración es un conjunto de palabras que expresan una idea completa, pero, para que esta tenga sentido es necesario conocer sus partes, identificarlas y saber qué lugar ocupan en una oración.

El Párrafo: Los párrafos son unidades semánticas estructurales del texto que pueden estar constituidas por una oración o por una serie de oraciones, y suponen un bloque temático unitario y homogéneo, mediante el cual se expone o sustenta una idea.

El texto: El texto es una serie de enunciados unidos mediante diferentes enlaces de tipo léxico, gramatical y lógico, éstos pueden ser orales o escritos.

Tipologías textuales: Una tipología textual es una forma de organizar la diversidad textual y de clasificar los distintos textos.

La Narración: Una narración es el desarrollo verbal de una serie de sucesos, que le suceden a uno o varios personajes, reales o imaginarios en un tiempo y lugar determinado; relatados de manera ordenada y específica, ya sean reales o no. Una narración puede ser un relato, un cuento, una anécdota y muchos otros términos más específicos, entre los que puede y suele haber distinciones técnicas.


La poesía: La poesía es un género literario escrito en verso o prosa que se caracteriza por expresar ideas, sentimientos e historias de un modo estético y bello.


Los estudiantes analizarán cada uno de los conceptos y comentaran lo que conocen al respecto, con la finalidad de despejar las dudas correspondientes.

PROYECTO FINAL SÍNTESIS

  1. Lee el siguiente cuento del escritor Antón Chejov, luego realiza una breve interpretación del texto y comenta tu apreciación sobre el texto en general.

La muerte de un funcionario, un cuento de Anton Chéjov

El gallardo alguacil Iván Dmitrievitch Tcherviakof se hallaba en la segunda fila de butacas y veía a través de los gemelos Las Campanas de Corneville. Miraba y se sentía del todo feliz…, cuando, de repente… —en los cuentos ocurre muy a menudo el «de repente»; los autores tienen razón: la vida está llena de imprevistos—, de repente su cara se contrajo, guiñó los ojos, su respiración se detuvo…, apartó los gemelos de los ojos, bajó la cabeza y… ¡pchi!, estornudó. Como usted sabe, todo esto no está vedado a nadie en ningún lugar.

Los aldeanos, los jefes de Policía y hasta los consejeros de Estado estornudan a veces. Todos estornudan…, a consecuencia de lo cual Tcherviakof no hubo de turbarse; secó su cara con el pañuelo y, como persona amable que es, miró en derredor suyo, para enterarse de si había molestado a alguien con su estornudo. Pero entonces no tuvo más remedio que turbarse. Vio que un viejecito, sentado en la primera fila, delante de él, se limpiaba cuidadosamente el cuello y la calva con su guante y murmuraba algo. En aquel viejecito, Tcherviakof reconoció al consejero del Estado Brischalof, que servía en el Ministerio de Comunicaciones.

—Le he salpicado probablemente —pensó Tcherviakof—; no es mi jefe; pero de todos modos resulta un fastidio…; hay que excusarse.

Tcherviakof tosió, se echó hacia delante y cuchicheó en la oreja del consejero:

—Dispénseme, excelencia, le he salpicado…; fue involuntariamente…

—No es nada…, no es nada…

—¡Por amor de Dios! Dispénseme. Es que yo…; yo no me lo esperaba…

—Esté usted quieto. ¡Déjeme escuchar!

Tcherviakof, avergonzado, sonrió ingenuamente y fijó sus miradas en la escena. Miraba; pero no sentía ya la misma felicidad: estaba molesto e intranquilo. En el entreacto se acercó a Brischalof, se paseó un ratito al lado suyo y, por fin, dominando su timidez, murmuró:

—Excelencia, le he salpicado… Hágame el favor de perdonarme… Fue involuntariamente.

—¡No siga usted! Lo he olvidado, y usted siempre vuelve a lo mismo —contestó su excelencia moviendo con impaciencia los hombros.

“Lo ha olvidado; mas en sus ojos se lee la molestia —pensó Tcherviakof mirando al general con desconfianza—; no quiere ni hablarme… Hay que explicarle que fue involuntariamente…, que es la ley de la Naturaleza; si no, pensará que lo hice a propósito, que escupí. ¡Si no lo piensa ahora, lo puede pensar algún día!…”

Al volver a casa, Tcherviakof refirió a su mujer su descortesía. Mas le pareció que su esposa tomó el acontecimiento con demasiada ligereza; desde luego, ella se asustó; pero cuando supo que Brischalof no era su «jefe», se calmó y dijo:

—Lo mejor es que vayas a presentarle tus excusas; si no, puede pensar que no conoces el trato social.

—¡Precisamente! Yo le pedí perdón; pero lo acogió de un modo tan extraño…; no dijo ni una palabra razonable…; es que, en realidad, no había ni tiempo para ello.

Al día siguiente, Tcherviakof vistió su nuevo uniforme, se cortó el pelo y se fue a casa de Brischalof a disculparse de lo ocurrido. Entrando en la sala de espera, vio muchos solicitantes y al propio consejero que personalmente recibía las peticiones. Después de haber interrogado a varios de los visitantes, se acercó a Tcherviakof.

—Usted recordará, excelencia, que ayer en el teatro de la Arcadia… —así empezó su relación el alguacil —yo estornudé y le salpiqué involuntariamente. Dispen…

—¡Qué sandez!… ¡Esto es increíble!… ¿Qué desea usted?

Y dicho esto, el consejero se volvió hacia la persona siguiente.

“¡No quiere hablarme! —pensó Tcherviakof palideciendo—. Es señal de que está enfadado… Esto no puede quedar así…; tengo que explicarle…”

Cuando el general acabó su recepción y pasó a su gabinete, Tcherviakof se adelantó otra vez y balbuceó:

—¡Excelencia! Me atrevo a molestarle otra vez; crea usted que me arrepiento infinito… No lo hice adrede; usted mismo lo comprenderá…

El consejero torció el gesto y con impaciencia añadió:

—¡Me parece que usted se burla de mí, señor mío!

Y con estas palabras desapareció detrás de la puerta.

“Burlarme yo? —pensó Tcherviakof, completamente aturdido—. ¿Dónde está la burla? ¡Con su consejero del Estado; no lo comprende aún! Si lo toma así, no pediré más excusas a este fanfarrón. ¡Que el demonio se lo lleve! ¡Le escribiré una carta, pero yo mismo no iré más! ¡Le juro que no iré a su casa!”

A tales reflexiones se entregaba tornando a su casa. Pero, a pesar de su decisión, no le escribió carta alguna al consejero. Por más que lo pensaba, no lograba redactarla a su satisfacción, y al otro día juzgó que tenía que ir personalmente de nuevo a darle explicaciones.

—Ayer vine a molestarle a vuecencia —balbuceó mientras el consejero dirigía hacia él una mirada interrogativa—; ayer vine, no en son de burla, como lo quiso vuecencia suponer. Me excusé porque estornudando hube de salpicarle… No fue por burla, créame… Y, además, ¿qué derecho tengo yo a burlarme de vuecencia? Si nos vamos a burlar todos, los unos de los otros, no habrá ningún respeto a las personas de consideración… No habrá…

—¡Fuera! ¡Vete ya! —gritó el consejero temblando de ira.

—¿Qué significa eso? —murmuró Tcherviakof inmóvil de terror.

—¡Fuera! ¡Te digo que te vayas! —repitió el consejero, pataleando de ira.

Tcherviakof sintió como si en el vientre algo se le estremeciera. Sin ver ni entender, retrocedió hasta la puerta, salió a la calle y volvió lentamente a su casa… Entrando, pasó maquinalmente a su cuarto, se acostó en el sofá, sin quitarse el uniforme, y… murió.






  1. Ejercicios de lectura en voz alta.

  2. Toma de dictados- revisión de la ortografía y caligrafía.

  3. Completa el crucigrama:

Nota: el crucigrama permite ampliar el conocimiento de temas diversos, enriquece el vocabulario, nuestro saber cultural; también ejercita la memoria, el uso de sinónimos, antónimos y permite aprovechar el tiempo libre.


CRUCIGRAMA: CONCEPTOS CLAVES DEL ÁREA DE       CASTELLANO.








comunicación




8













escribir




t



6

1









leer




i

3


e

s









Lenguaje



10

p

o

e

s

í

a








narración




o

r


c

l









oración

2

p

a

l

a

b

r

a









palabra




o

c


i

b









párrafo




g

i


b

a









poesía




í

ó


i










silaba




a

n


r

n









texto




s




a









tipologías textuales




 




r













t




r











11

l

e

n

g

u

a

j

e








4

t

e

x

t

o


c













t




i













u


p


ó













a


a


n













l


r


9











5

l

e

e

r















s


a

















f















12

c

o

m

u

n

i

c

a

c

i

ó

n







7











  1. Es cada golpe de voz que se pronuncia, en una palabra.

  2. Es una serie de enunciados unidos mediante diferentes enlaces de tipo léxico, gramatical y lógico, éstos pueden ser orales o escritos y de diferentes tipos.

  3. Es un proceso visual, mental, que decodifica, relaciona, contrasta, profundiza, infiere, es decir, deduce el contenido del texto; que nos permite interpretar, cuestionar y comprender del mensaje del autor.

  4. Son textos donde el autor expresa sus sentimientos y emociones.

  5. Conjunto de oraciones o enunciados estructurados mediante los cuales se transmite una idea.

  6. Es un proceso que consiste en la transmisión e intercambio de mensajes entre un emisor y un receptor.

  7. Acción mediante la cual se usan símbolos o caracteres para formar palabras o redactar textos.

  8. Es el desarrollo verbal de una serie de sucesos, que le suceden a uno o varios personajes, reales o imaginarios en un tiempo y lugar determinado.

  9. Es una unidad léxica formada por un sonido o un conjunto de sonidos articulados, que se asocia a uno o varios sentidos, generando a la vez, uno o varios significados

  10. Son la clasificación de los diversos tipos de textos que existen.

  11. Es un conjunto de palabras que expresan una idea completa.

  12. Es la capacidad que tiene el ser humano para expresarse y comunicarse, a través de diversos sistemas de signos. 

BIBLIOGRAFIA / WEBGRAFIA

Fuente: https://concepto.de/narracion/#ixzz7rPlEfVXk

Anton Chéjov. Traductor: Víctor Gallego. TítuloCuentos. Editorial: Alba. VentaAmazonFnac y Casa del Libro.